En el plano estético, la ozonoterapia tiene propiedades como la disolución de grasas localizadas, tonificación de la piel, eliminación de la flacidez y disminución de las marcas de estrías, arrugas, manchas y otras señales de envejecimiento cutáneo, siendo éstas algunas de sus principales aplicaciones.
En general la ozonoterapia hace que los procesos fisiológicos normales del organismo trabajen con eficiencia, optimizándolos y retardando el deterioro que se va produciendo con el envejecimiento.
Las arrugas de la piel surgen como resultado del proceso de envejecimiento natural o acelerado por diversos factores ambientales o de estilos de vida. Los rayos ultravioletas del sol son uno de los promotores por excelencia del deterioro de la piel por disminuir los niveles de oxígeno en sus células y con ello provocar una división más lenta de las células.
demás de revitalizar el cuerpo, la aplicación de ozono es posible también retardar el proceso de envejecimiento de las células, produciendo colágeno y elastina. Esto hace que las líneas de expresión desaparezcan, asi como que los labios, nariz y párpados no se caigan.
Generalmente se utiliza la ozonoterapia como medio de prevención de enfermedades, muy similar a la vacunación, ya que estimula el sistema inmunitario y provoca la producción de anticuerpos, al tiempo que destruye virus, bacterias y otros microorganismos.
El ozono es un oxidante muy potente, el subproducto, es decir lo que queda después de realizada la aplicación, es beneficioso y se llama oxígeno.
Las historias clínicas registran efectos colaterales que son saludables.
La piel está expuesta continuamente a contaminación, polvo, cambios ambientales y otras circunstancias que la deterioran y envejecen. En ocasiones lo que más define nuestra edad es la piel. Ella precisa de un cuidado profundo, continuado y eficaz para mantener al máximo su aspecto joven y sano.
Una de las aplicaciones más útiles y efectivas de la Ozonoterapia dentro de la cosmética es en la celulitis.
Su aplicación comenzó hace pocos años en Europa y contribuyó a evitar las intervenciones quirúrgicas con estos fines estéticos.
Hoy se conoce que el origen del acné está mediado de forma principal por factores hormonales, además de intervenir factores ambientales y de conducta, como la alimentación.